31 de marzo de 2009

¡Ta!... ¡Lo hice!... ¿Y ahora que hago?

Bueno... Tampoco pretendan de que ya, de primera, ponga algo interesante... Capaz lo que puedo hacer es refritar viejos éxitos, transcribir diálogos sheakspirescos, tomar vino y comer sandía y probarle al mundo que es una falacia que te morís.

Tampoco esperen (mis familiares y allegados que serán los únicos que lean esto, porque ¿Quién carajo va a perder 15 minutos en leer las guazadas que se le ocurren a uno? ¡Mira que hay que perder el tiempo con esta pavada! A qué gil se le ocurre ponerse un blog y... ejem... Acordate, locur, vos cambiaste. Ya no pensás así. Volvamos). Decía, tampoco esperen cosas maravillosas acá... (pero a quién le estoy hablando... esto es muy raro. Es como un pancho de plástico... esperen, los panchos son de plástico... ta, la dejo por acá. Olvídense de la metáfora). No las esperen, porque no van a venir, y ta...

El punto es que me hice el blog (¡Chupen, giles! Para aquellos que decían que no lo iba a hacer. Ahora me deben esa cerveza que apostamos, jejeje... Y ahora, el resto del mundo saben porque me armé un blog...). Capaz lo que indica el protocolo es agradecer a todos aquellos que hicieron posible esto: Mima (¡Te amo, mi amor! ya falta poquito), a la barra maltratada, a la barra del c100 (ahora no me van a tener que soportar más en el grupo... ¡Mentira!), a Cacho Bochinche que forjó mi caracter, a Eladia Isabel que une lo que parece lejos (¡Gracias Eladia! Tiene el nombre como de una tía ¿no?), al vino de mi viejo, a Sergio Gorzy que será parte de esto (seguramente, si sigue así), al jingle de Cymaco repuestos, al repelente de mosquitos Off (me mantendrá alejado del dengue), y a una lista innumerable (tal vez la siga en otra ocasión, porque viste como es, mañana te los cruzas y te dicen -¿Porqué no me nombraste?- y -¿Te olvidas de los amigos, eh?-... Les prometo que cumpliré más tarde...

ta ahora!