9 de julio de 2009

Cosas buenas de la Gripe A

¡Ta...! Me tienen repodrido. Prendí cinco minutos la tele para ver el informativo para informarme sobre la realidad (¡Qué iluso yo, también!), y me vi como quince informes sobre la Gripe A, que iban desde un informe de situación (con números y estadísticas), pasando por una encuesta callejera, y hasta como influye en el turismo de vacaciones de invierno. Y cuando terminaron los informes nacionales, dieron como tres más de Argentina (como si lo anterior no hubiera sido suficiente). ¡No les faltó nada!... Salvo capaz mostrar algún caso raro, o que a una estatua de una virgen se le notara unos moquitos y los creyentes dijeran que es la reacción milagrosa de la virgen a la presencia de la gripe.

Descargo, entonces, mi rabia por no poder enterarme de que pasa en ningún lado porque lo único que parece aparecer, es la novedosa presencia de un virus que arrancó de los chanchos (eso dicen) y se lo contrajo uno, y después otro, y otro... y murió alguna gente... y la gente se alarma... y el botija se propaga rápido... y la gente se alarma más... y ya está en Argentina... y la gente se pone los tapaboca... y hay un caso que vino desde la vecina orilla... y la gente compra alcohol en gel... y el gobierno dice que la gente se tranquilice... Y la gente se pone histérica... Y entonces vende mucho el informe multienfoque sobre el tema... Igualito que la inseguridad, porque es inseguridad en si mismo el temerle a la posibilidad de enfermarse de un virus, como si eso fuera extraño, o raro, o imposible de que pase en una sociedad moderna... "¡Me agarré un virus!.. ¡Oh Dios!... ¡Qué será de mi!"...

Pero, bueno... La gente no va a cambiar... Es imposible hacerle entender que es lo más natural del mundo enfermarse... Sin embargo, siento que me es propio buscarle lados buenos a la cosa y en ese tren es que todos descubrimos un par de actores nuevos en nuestra vida cotidiana que entraron por la aparición de la Gripe A: los tapaboca en la calle y el alcohol en gel.

Es bastante gracioso ver a la gente en la calle de tapaboca, pero no porque no este bien, la gente que está con síntomas y duda que sea gripe evita contagiar a alguien más, sino porque es gracioso imaginarse una interacción casual con alguien con tapaboca. Supóngase que soy un kiosquero y viene una vieja con tapaboca intentando pedir unos caramelos:
-Si señora, ¿Que desea?-
mmuf mmamammeo!-
-¿Cómo dice, señora?-
-¡¡mmuf mmamammefo!!-
-No la entiendo. ¿Podría sacarse el tapaboca?...-
mo mef ffuefo samar ef ffaffijo! ¡¿Queffeff que mme-mmffemme!-
... ¡Ahhh!... Desopilante...

Por otro lado, el alcohol en gel. Yo lo había visto en algunas farmacias algunos carteles que promocionaban el alcohol en gel y yo pensaba para mi "¡Que cosa más inútil!"... Salieron diciendo que era una buena forma de prevenir y la gente va por los ómnibus sacando de su cartera o mochila el alcohol en gel y frotándoselo en las manos. Es algo gracioso de ver, porque la frecuencia de uso por cada uno depende de cada quien, pero cuando veo una escena de refregado de manos con alcohol en gel, me hago la pregunta de que fue lo que le habrá pasado por la cabeza, o que evento sucedió para que el tipo/a saque el pomito... Y me quedo mirando hacia sus costados para lograr ver si toco la ropa de alguien sin querer, o tocó el asiento... ¡Yo que sé!... La obsesión de la gente es más diversa que sus prejuicios (que es mucho decir). Claro, ahora salió a la luz y se instaló en la canasta básica familiar... El que inventó el alcohol en gel le debe estar haciendo un monumento a la Gripe A. Pero cuando todo esto se tranquilice, el producto seguirá teniendo salida porque la gente ya lo conoce. Entonces, lo comprarán para tener en casa, como antes tenían el frasco de alcohol líquido. También va a tener salida con los borrachos, que se comprarán alcohol en gel para comerlo con cucharita, como si fuera un postre...