21 de mayo de 2010

Al prócer... lo más preciado

Ta... Capaz se zarparon un poco los loquitos de peñarol que fueron a festejar a 18. Capaz no había necesidad de tirarse unas botellitas y romper un par de vidrieras. Capaz, también, la policía (que parece que estaba esperando hace tiempo este momento y tenían encerrados a como 30 GEOs en jaulas en un sótano, les pegaban y les daban poco de comer, para que salieran enfermos por dar palos) también se zarpó un poco. Capaz la causa que se armaran esos líos fue que el choque entre estos dos bandos no tenía otro final.

Sin embargo, lo más comentado por muchos "panelistas" de radio y TV fue que unos cuantos hinchas se treparon, pintaron con letras amarillas, y hasta le plantaron una bandera aurinegra al monumento ecuestre de Artigas en la Plaza Independencia. Las cosas que dijeron... Irrespetuosos, antipatriotas, que viven en una dimensión paralela, endrogados, peñarooool, lo único que les revota en la cabeza es "¡manya campeón!". Analizaron esta conducta como la demostración de una fuerte desviación social que sufren estos individuos, rozando la psicopatía.

Sin embargo, yo creo que es completamente al revés. Asi como los milicos, o cuando hay una visita internacional, ofrendan un arreglo de flores, estas criaturas futboleras hicieron su ofrenda, pero a su estilo. ¿De qué otra forma estos muñecos pueden ofrendar al prócer que no sea entregándole una bandera y pintando letras amarillas para putear al bolso? Dieron e hicieron lo que más aman sobre el monumento. Hace tiempo no veo tal ofrenda al Jefe de los Orientales.

Me imagino lo que pensaban mientras ofrecían todo lo que tenían a José Gervasio. "¿Cómo no le va a gustar a Artigas que le dejemos una bandera del manya y pintemos abajo bien grande 'Bolso puto'? Si el prócer era aurinegro, todo el mundo lo sabía. ¡Si hasta se le la camiseta rayada, asomando por encima del pantalón, en la foto que le sacó Blanes frente a la puerta de la Ciudadela! Él mismo mandó: "Sean los manyas los más privilegiados"... Y así nos fue. ¡Campeón del siglo XX! ¡¡Peñarol noma'!!".

...¡¡¡Enfermos!!!...

14 de mayo de 2010

El día más feliz de todos.

¡Por fin! Ha llegado el día en que me entregan mi título. ¡Es el día más feliz de todos! Tan sólo un mes atrás defendí la tesis, pasé nervios, me sentí mal, pero ya pasó. Ahora todo está tan iluminado, cumplí el sueño de mi vida. Licenciado en Gestión de Boleterías.

Es así. Siempre quise estar del otro lado de la reja. Recibir el dinero, calcular con la mente el vuelto, expender el boleto correcto (que no sea cosa que en el Troccolli te pidan una Tribuna Argentina y le des una Tribuna Brasil. Es causal de denuncia penal eso, porque atentará con la salud física del damnificado. ¡Vieron que no es sencillo ser Boletero! Hay montón de aspectos técnicos que manejar), y que el cliente se vaya de lo más contento. Que le vamo' a hacer... Las vocaciones no se eligen, surgen.

La carrera la hice como por un tubo. Se me complicó un poco, tal vez, con los cursos de "Comportamiento de Barra Brava" (porque la parte práctica estaba brava. Había que bancar a esos "monitos"... No lo digo en forma peyorativa, es que el examen fue aguantar la Barra Brava de Miramar Misiones por la final del ascenso), y con el curso de "Reconocimiento de troquelados y marcas de los boletos". También estuvo exigente la pasantía por dos meses en el Alfredo Víctor Viera (la cancha del Wanderers), porque siempre había alguno del visitante que caía en la boletería sobre Buschental y tenía que pegarse toda la vuelta, puteando que hacía media hora que estaba dando vueltas.

Mi tesis fue exitante. Su título: "Efectos del ángulo de incidencia y la densidad de las barras en la ventanilla de atención sobre vándalos y poligrillos en diferentes ambientes", explica lo intenso de mi estudio. Y las conclusiones fueron de vanguardia. Sugerían que dos barrotes paralelos a 45º de la normal de la ventana confundían a los individuos peligrosos en estudio y reducía la incidencia de disturbios. La confusión era tal, que hasta se ponían en la cola por las dudas que les fuera imposible conseguir entradas de otra manera. Una posible revolución en la venta de entradas a explorar.

Ahora, a poner las manos a la obra. En principio, estoy atendiendo la boletería del Teatro "El Galpón". Pero a mi me gusta más la rama del deporte. Entonces, ya medio conseguí ser el Boletero del "Parque Ángel Fossa" por medio de un amigo (le dicen el NiGli). Y de ahí ascender, con laburo y esfuerzo. ¿Quién te dice? Dentro de unos años ser el boletero del "Estadio de Aguada", o mejor en partidos de la A (con el básquetbol ando bien, pero para el fútbol mucho mejor). El sueño sería ser boletero para un Clásico... Es lo más.