1 de marzo de 2010

El recorrido del 538

Gracias a una cesuda investigación, basada en que me subí a este ómnibus del demonio y me acorde de lo que me pasaba por la cabeza cuando me lo tomaba con frecuencia tiempo atrás, he llegado a la conclusión de que el recorrido del 538 fue diseñado por alienígenas. Los mismos, o tal vez diferentes, a aquellos que construyeron las pirámides de Egipto, la de los Mayas, los campos en Perú con dibujitos raros y los dibujitos en los campos de maíz de Mel Gibson.

La primer evidencia es intuitiva. Con tan solo mirar el recorrido, uno no puede más que pensar que es una especie de señal que no puede ser interrumpida. La perpetuidad del pasaje del ómnibus 538, en ese preciso recorrido, permite que no se destruya el universo. Algo así como en la película "Máxima velocidad", que el ómnibus no podía disminuir la velocidad a menos de 80 Km/h sino explotaba, o como en la serie "Lost", que los enfermitos (¡pobres!) que estaban en esa isla tenían que poner un numero cada tanto en un aparatito, porque sino volaba todo. Si no me creen vayan a www.montevideobus.com.uy y vean ese recorrido.

La segunda evidencia es más empírica. Trata en subirse un día y prestar atención por donde pasa. En primer lugar, salvo al principio y al final, solo "araña" las avenidas. Pero en el resto se mete por cada calle donde solo entra un auto y medio de ancho, doblando esquinas girando más de 90º, atravesando barrios de los más pintoresco. Por ejemplo: se mete en el Cerrito de la Victoria, ese gran barrio donde la gente va siempre de bermudas y chancletas, con un pandeiro en la mano y bailando samba todo el tiempo (no es cierto, pero de alguna forma hay que justificar que el "cuadro del barrio", el C. S. Cerrito, tenga camisa verdeamarelha, la mascota sea el loro brasilero de Disney, "José Carioca", y la cancha se llame "Maracaná").

También se mete por el Parque Posadas, Pérez castellano, roza Villa Española y Unión. Todos por lugares que decís "Por favor, que no se rompa por acá". Desde acá solicito un homenaje para esos valientes conductores que día a día arriesgan sus vidas por ese fin tan noble de que el universo no estalle en mil pedacitos. Deberíamos condecorarlos, declarar imprescindibilidad (que palabra para usar en las "palabras cruzadas". Juntas como mil puntos) de su servicio y subirles el sueldo.

El universo actúa de formas extrañas. De eso no hay duda...

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